Abrió las puertas del bar de un trancazo y se puso a llorar pues se había pegado muy duro, aquel pequeño niño de cinco años se disponía a ahogar sus penas con una Frescolita bien fría y unos ositos de goma, ni más ni menos. Después de calmarse, entre gimoteos, caminó cabizbajo a la barra y le pidió al bartender una Frescolita doble. Se sentó al lado de un pequeñuelo de tres añitos que se lamentaba con alaridos incesantes porque sus padres no le habían comprado la última colección de las tortugas ninjas a la vez que ordenaba un shot de Uvita Hit.
“Tu puedes creer?, le dijo al infante de tres años, se me ha perdido el carrito de bomberos que tenía una sirena que sonaba durísimo, no se donde lo dejé, de verdad que no aguanto esta pena, tu no sabes las horas que pasé jugando con ese carrito y ahora se ha ido, que va a ser de mi vida, como me voy a levantar mañana si ya no está, si mi querido carrito ha desaparecido por siempre. El otro pequeño le miraba atentamente y le dijo, “entiendo tu dolor, que te puedo decir, mis padres se niegan a comprarme la colección nueva de las tortugas ninjas, imagínate me dicen y que son muy caros, pero no les creo, mi mamá siempre carga papeles de esos en la cartera que se los da a la señora en la caja del automercado para que nos den las cosas, yo no entiendo porque no me puede comprar mis muñecos” y seguidamente se puso a llorar inconsolablemente.
Los televisores mostraban el último capítulo de Dragon Ball por un lado y por el otro un episodio inédito de Los Pitufos, en una mesa cercana a la barra cuatro niñitos de seis años discutían fervientemente sobre el nuevo juego de X-Box, uno de ellos insistía en que tenía un truco para pasar la quinta pantalla en donde el monstruo morado atacaba con rayos láser, los otros reían mientras tomaban Kool-Aid y le decían "muchacho mentiroso, esa pantalla no la pasa nadie, eso es cuento tuyo", el otro niñito se sacó del bolsillo un papel en donde insistía que tenía el truco para pasar la pantalla # 5, los otros observaron con detenimiento el mismo y dijeron "na, na, puro cuento, nos quieres vacilar."
En una tarima un mago hacía trucos de toda clase mientras un grupito de niñitos lo observaban boquiabiertos, aplaudían, gritaban y reían mientras entonaban canciones de Enrique y Ana que sonaban a todo volumen en el local. Dos niñitos de cinco años discutían seriamente sobre como cuadrar una negociación para cambiarse unas barajitas del álbum del Mundial de Fútbol, comiendo chocolate y tomando Coca-Cola uno pretendía obtener cien barajitas a cambio de cinco pues eran muy difíciles de conseguir, después de varias horas de discusión se transaron cuando uno de ellos dijo "bueno te doy cincuenta barajitas y te brindo un helado en el recreo del colegio a cambio de ocho barajitas difíciles".
En otro lugar de la barra tres amigos de cuatro años conversaban acerca de las nuevas loncheras en las cuales se podía meter no solamente un termo y la comida sino varios juguetes para no aburrirse en el Kinder. En una mesita algo escondida un grupito de pequeñuelos conversaban airadamente sobre como las niñitas en el kinder los fastidiaban y que siempre tenían que meterle un piñazo a una que otra para que se alejaran de su lugar de juegos, uno de ellos decía "claro es que las niñas si son fastidiosas, sus muñecas y sus juegos bobos, además si estamos jugando y les da por hacer pipí pues todo el juego se atrasa pues tienen que ir al baño y tardarse horas, en cambio nosotros sacamos el piripincho por la reja y estamos listos para seguir corriendo", otro le interrumpía y le decía "no solo eso, además siempre poniendo reglas y queriendo ordenar las cosas, que fastidio de verdad."
De pronto se abrieron las puertas del bar nuevamente y entró un niñito de siete años, llevaba cara de dolor y lloraba a cántaros, se dirigió hacia la barra y pidió una Chinotto con Piña Hit, mezcla por demás explosiva, un infante que se encontraba allí bebiendo limonada y comiendo galletitas le dijo, “que te pasa chamo?, te mataron en la última pantalla del juego de Nintendo? o será que tus papas no te compraron la bicicleta esa que tiene cauchos gigantes?, el otro niño lloraba sin parar y no respondía, que le pasará a este se preguntaba mientras se bebía su limonada, “te caístes y te pegaste?, no se, te quieren hacer comer brócoli y lechuga en tu casa?, el pequeño que lloraba levantó la cabeza y entre sollozos dijo "Elizabeth no me hace caso, le di una rosa y me la devolvió".
Todos los niñitos del bar dejaron de hablar, la música se apagó, un silencio sepulcral reinaba y nadie se atrevía a decir ninguna palabra, de pronto se abrió una puerta en una de las paredes del bar y se escuchó una salsa erótica que se mezclaba con olor a cigarrillo y whiskey, una voz dentro del bar de niños dijo "suelta la Chinotto con Piña Hit inmediatamente, párate de la barra, camina hacia la puerta que se abrió, al pasar la misma encontrarás una mesita con ron, whiskey, vodka y cerveza, agarra un cigarrillo y préndelo, todo esto por cuenta de la casa, y por cierto bienvenido al mundo de los adultos, te deseamos lo mejor y recuerda que sin suerte no se puede vivir!!!
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51 comments:
PERFECTO TU CUENTO! me encanto!
ja ja tu cuento tiene unos pastichos generacionales tremendos, tortugas ninja con Pitufos y Dragon Ball? y Kool-Aid? Con Enrique y Ana te pasaste,debe ser que el tugurio infantil es retro.
Me encanta :)
I LOVE IT!Definitivamente el mundo de los niños es muy diferente. Ahí es cuando uno dice: tiempos aquellos, en los que era feliz y no lo sabía :(
Me gusta su bar... volveré siempre que prometa tener cerveza fria.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Que simple es todo cuando se es niño. Por eso, por momentos, quiero volver a ser Ale la que hacía ballet clásico aunque odiaba. Besos! Buen post.
PD: sabía que me gustaría desde que leí "osos de goma", me imaginé en tu bar comiendo ositos de gomita rojos y un nestea tonic en la mano izquierda.
Gracia, pues el tuyo es interesante por demás!
excelente cuento mi pana super original
Sé que es suena más "internacional" decir el Bar...pero en realidad aplicaría aún más si le hubieses titulado "La Cantina". Recordé con tu cuento la de mi colegio y por un instante hasta me olió a fritanga (de empanada, tequeñones y demás), jajajaja. Además la imagen del Ávila (muy distinto a como luce por estos días...métete en el chigüire bipolar)majestuoso me hizo ser muy feliz por unos breves instantes. Ahh, gracias por haber visitado mi blog.
"...otro le interrumpía y le decía "no solo eso, además siempre poniendo reglas y queriendo ordenar las cosas, que fastidio de verdad.""
Ah~ Qué risa. Es verdad. Me gustó mucho tu cuento, espero continuar leyendo.
Gracias por visitar mi blog ~ Me sentiré muy feliz si pasas de nuevo. Chaw =D
Esa Elizabeth logró terminar con la inocencia de aquel niño...
Qué tremendo peso para los hombros de la señorita!!
ay ,qué angustia da el mundo de los adultos...
Besitos!
Hola! Gracias por pasar por mi blog...
Me han encantado tus relatos, muy interesantes... quizá algún día me animo a hacer un blog para escribir los míos!
Saludos! Y si puedes pasar de nuevo por mi blog, siempre serás bienvenida!
me gustoo...
bonito blog....
Hola, vengo de mi blog a visitar el tuyo y me encantó tu post. Yo soy educadora y me encantan los ninos muchísimo! Además de reirme a carcajadas, disfruté enormemente la descripción y el final... muy bueno, realmente muy bueno.
Una manera bella de describir lo que cada día a cualquera de nosotros puede pasar... Me gusta!
Lis
Gracias por tu comentario de mi blog nada en comparacion con el tuyo... Interesante, entretenido y muy autentico.... la foto esta demasiado espectacular.
Excelente cuento jajaja tal cual es el paso del mundo de los niños al de adultos... y los anteroriores cada uno sin igual... simplemente espectacular =) ...
Gracias por regalarme un agradable lectura y robar sonrisas...
Me enc
Gracias por el comentario. Está bueno tu blog también, estaré pasando a leer los cuentos
Muy bueno el cuento. Muy inventivo. Felicitaciones.
genial!!! me ha encantado =D
cuanta creatividad!!!
Quien pudiera volver de nuevo al mundo de los niños ,aunque fuera solo por un momento.
Ay dios! Que vacilón! Jajajaja... Te juro que pase un rato buénisimo leyendo esa historia! Díossss!! Enrique y Ana! Mi mama me los ponía. Pero te faltó las payasitas nifú-nifa... O eso era de niñas?? Y los Chupi Chupi te faltaron... Naguará, tu cuento me llevaron hasta cuando era pequeña... Excelente!
Que vaina no! Las cosas que nos matan cuando somos niños... Que diferencia a el ahora.
Me gustó tu blog y seguí leyendo el post anterior, el de el reactor, y que casualidad! Se fue la luz... Pero también me encantó, al mismo tiempo que me aterró. Es que no es muy diferente a como estamos ahorita. Ingeniero en dos años?? No me jodan!
Y bueno, gracias por tu comentario... Me dejó pensando full... Pero gracias por pasarte! Es chevere leer más blogs venezolanos y sinceros. Saludos!
un cuento genial, por fin alguien que reivindica la capacidad de sentir a cualquier edad.
(gracias por pasarte por mi blog)
Mi madre siempre decía: "Qué clase de problemas puedes tener tú... ¡Tan joven!"
Debería linklearle esto...
Hola, encantada de conocerte y antes que nada, agradecer tu visita e interesantes comentarios. Y sobre tu cuento, decirte que me ha gustado mucho, por la forma en que lo narras, con una prosa fluida y un buen ritmo, por todos esos detalles aparentemente insignificantes, pero que lo dotan de una cierta realidad y por ese final con vuelta de tuerca y moralina. Me agrego como seguidora. Un beso.
Me encanta el texto, me encantan los niños...(los de los demás, eh? jiji)
gracias por pasar por mi blog, saludos.
Hola! Que bueno que te pasaste por mi blog, eso me ha permitido hacerme seguidora tuya, me estaré dando mis vueltas por tu blog que me ha parecido muy interesante.
Saludos!
a veces pienso que no es dolor..
es costumbre..
Los niños lloran, se quejan y reniegan hasta ponerse como idiotas cuando pierden, no les dan o les quitan algo que creian ingenuamente que era de ellos.
Por otro lado estan tambien las mocosas (vine de moco) que se la pasan llorando y moqueando por que se las charlaron se comieron su dulce y las dejaron.
Es el mismo mundo para todos, la misma capacidad de sentir los problemas. Vivamos siempre en este mundo de niños.
Me encanto tu blog, seguire viniendo mas a menudo... y gracias por tu coment, hacia falta en ese silencio sepulcral.
gracias por pasar por tu blog, y descubriendo el tuyo. Me gusto tu relato. Ya se ve el venezolano que tienes por dentro. Te confieso que doy clases a preescolar, y conozco todo ese mundo. Pase un buen rato cuando lei tu historia
wow!! una vez inventamos una a amiga y yo hacer una discoteca para bebes... genial. La cosa era que salía mas caro la leche que la cerveza y dijimos nah paso y gano
felicidades!!
como haces para que te sigan tantas personas?????
Increible! Es realmente bueno.
el dificil mundo de los adultos... =(
Muchas gracias por tu visita y comentario en mi blog. Te envío mis saludos.
Hola....
Me hizo mucha gracia las historias en el bar... Muy ocurrente y muy lindo que rememores tantos detalles importantes de nuestra infancia :)
Tambien vine a agradecer tus palabras...(Y tengo q confesar q me causa curiosidad saber como llegaste al otro blog!!!!)
Espero que hayas descansado y tengas feliz semana.
Eugenia.
Wao.! Y esto paso de verdad?
Saludos!
Me encanto una vez ese toque personal de tus relatos.
Que duro es crecer y que poca cuenta se da uno de que lo hace.
Un saludo, y gracias una vez mas por tu visita a mi rincon : )
Jajajaja entonces ¿el mundo adulto es el mundo de saber aceptar las decepciones? xD Qué diferencia en como los niños ven las cosas y como las ven los adultos... A veces quisiera ser una niña para siempre...
thank you :)
Gracias, paso por acá devolviendo la visita a mi blog. Ya estas en favoritos,
Alberto
NO ENTENDI...EL BAR DE LOS NIÑOS ES UNA ESPECIE DE METÁFORA EN LA QUE LOS ADULTOS CUANDO VAN A BARES A CAERSE A TRAGOS SACAN SUS TRAUMAS O SUS RECUERDOS DE INFANCIA Y DE PRONTO APARECE LA PUERTA DE ENTRADA AL BAR ADULTO????
Sin duda hace falta algo de suerte para vivir...
Un saludo y gracias por pasarte.
sólo pasaba a leer un rato y decir hola...
oye que bueno!! jeje me encantó lo del bar para chamos jaja muy cómico y el final es la historia real de nosotros los adultos jeje
saludos!
Seguiré leyéndote :)
saludos
Ja, ja, me encantó tu cuento, pura filosofía para reflexionar; cuando niños creemos tener problemas cuando en verdad la vida es un juego. Podremos seguir jugando de adultos? ¿Podremos ser felices en serio?
Un saludo
Rosario
Es genial el manejo de los niños en este cuento. Te felicito.
Un placer leerte. Saludos.
muy bueno!!! me encanto
Hombre, pero que genial. Me hiciste sentir. Mis felicitaciones. Que buen estilo.
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