Eloy Rodrigo nació en algún lugar desconocido de un barrio también desconocido dentro del dantesco cordón de miseria que rodeaba aquella otrora palpitante ciudad capitalina, de su padre se sabe poco, su madre lo dejó en la puerta de la casa de una prima que sin mucha sorpresa encontró al muchachito envuelto en papel periódico a la mañana siguiente, sin pensarlo dos veces y con la frialdad de una noche de lluvia la prima se montó en un carrito por puesto y se fue al INAM, envuelto en periódico y una sábana vieja Eloy Rodrigo fue abandonado por segunda vez en cuestión de días.
Su infancia la pasó confinado dentro de la institución, si a eso se le puede llamar infancia, Eloy Rodrigo escapó varias veces en donde pasó temporadas como un niño sin techo ni hogar para volver a caer capturado cada vez que cometía alguna fechoría para tratar de sobrevivir en ese mundo divertido, jovial, enternecedor, educacional y pacífico que es la calle. Eloy Rodrigo escapó una vez más y al caer nuevamente atrapado por la policía mientras trataba de atracar a una viejita en pleno boulevard de Chacaíto se enfrentó a una nueva realidad.
Cédula?, gritó el funcionario policial , Eloy Rodrigo respondió "nunca la hubo", "a si?, pues entonces vas a pasar unos cuantos días divertidos en un calabozo pedazo de mierda" replicó el policía dándole un rolazo en la pierna para recordarle que de una u otra forma llevamos palo día a día en nuestro andar. Después de pasar unos días en esa suite de hotel cinco estrellas que era el calabozo de Cotiza, oliendo a meado y a sudor de francés soltaron a Eloy Rodrigo pues la viejita no había puesto la denuncia. Una vez en la calle Eloy Rodrigo comenzó una cadena de incidentes que pronto le llevarían a pasar unas vacacioncitas en un lugar fantástico y maravilloso, en un lugar de esparcimiento, lleno de intelectuales y de herramientas buenas para formarse.
Armado hasta los dientes y formando parte de la banda "Los Fuma Piedra", Eloy Rodrigo ingresó a la agencia de aquel banco, después de someter a los vigilantes y lograr que el gerente abriera la bóveda la banda de maleantes se disponía a salir del banco cuando fueron sorprendidos por una patrulla de la policía, el tiroteo no se hizo esperar y después de 10 minutos bajo el fuego, algunos maleantes y policías heridos, y un transeúnte mirón balaceado le llegó la hora a Eloy Rodrigo de caer preso. Unos días en el calabozo y aunque parezca mentira una sentencia expedita por parte del infeliz sistema judicial venezolano lo mandó a disfrutar de 8 añitos en la cárcel de La Planta, instalación de primera línea, dotada con los mejores servicios para los reclusos y parte del sistema penitenciario que es la envidia de todos los países del planeta.
Eloy Rodrigo aprendió con rapidez que la vida en el penal no es vida, es supervivencia, después de unas cuantas violaciones, tres heridas en peleas con chuzos, varios baños con el orine de los guardias, una herida infectada, una conjuntivitis que duró por 4 meses y haber perdido más de 25 kilos por el fantástico régimen de ejercicios y alimenticio que gozaban los reclusos del penal Eloy decidió que debía intentar escapar de aquel lugar, el sabía hacer dos cosas, escapar y robar, así que con un poco de paciencia y ayuda de algún uno que otro guardia corrupto la cosa no resultaría difícil.
La tarea comenzó una noche cuando después de conseguir un cincel y unas cucharas Eloy comenzó a cavar un túnel que lo llevaría a la libertad nuevamente, horas y horas de arduo trabajo le fueron dando forma al camino de tierra para escapar de aquel hermoso lugar. Pasaron los meses y el enorme pasadizo secreto cada vez se acercaba más a los terrenos adyacentes a la penitenciería, Eloy Rodrigo no descansó y finalmente logró su cometido, el largo hueco llegaba a su destino final y esa noche la fuga se materializaría de acuerdo a lo planeado.
Llegado el ocaso del día Eloy comenzó a arrastrarse lentamente por su obra maestra, una vez llegado a la salida se esforzó para respirar de nuevo el aire puro, lleno de tierra pero libre se dijo a si mismo "lo logré" y aceleró el paso, de pronto el sonido de unos caballos corriendo a todo dar lo hizo detenerse de golpe, "que esta vaina?, pensó "desde cuando hay caballos por aquí", no había terminado de cruzar esa idea su mente cuando fue atravesado con una lanza en su pierna "ay coño" gritó Eloy, pero sin poder avanzar ni un paso más fue capturado por unos soldados del imperio, del imperio romano, después de sacarle la lanza y darle unos cuantos carajazos conjuntamente con una torturita de esas sabrosas lo llevaron frente a la autoridad quien sin siquiera mirarlo hizo una seña con su dedo gordo apuntándolo hacia abajo, en cuestión de minutos Eloy Rodrigo estaba desnudo y listo para ser crucificado, cuando el soldado romano alzó la mano para enterrar el primer clavo Eloy Rodrigo hábilmente y haciendo uso de las habilidades aprendidas en las calles de Caracas y desconocidas para los romanos le quitó el cuchillo que colgaba de la correa del soldado y lo apuñaleó sin compasión, con una velocidad impresionante y ante la sorpresa de los presentes saltó de un brinco un muro y se perdió en el monte. Después de varias horas buscando encontró el hueco por donde había salido y se metió nuevamente en él arrastrándose esta vez en sentido contrario. Emergió en su celda en La Planta y se quedó dormido.
A la mañana siguiente, se despertó adolorido con un hueco en su pierna, Eloy Rodrigo no sabía que había pasado, un sueño?, pero como podía ser?, estaba herido en una pierna, se estaba volviendo loco, el solo recordaba que quería escapar la noche antes, por qué seguía en su celda?, sin encontrar respuestas a sus preguntas y amarrándose un pedazo de sábana en su pierna herida se pasó el día esperando que cayera la noche, una vez llegada la misma se volvió a arrastrar por el túnel para salir nuevamente por el hueco, cojeando por la herida en su pierna se sintió libre nuevamente, pero no por mucho tiempo pues una flecha se clavó en su brazo haciéndolo gritar y estremecerse, "coño, que es esto?, gritó Eloy, sin mucho chance de hacer nada unos guardias vestidos con corazas y armaduras le metieron cuatro carajazos y le colocaron un grillete sobre el tobillo derecho, lo trasladaron a una mazmorra hedienta y en cosa de horas estaba con su cabeza lista para ser degollada por una guillotina, allí indefenso y cansado Eloy Rodrigo esperaba que el verdugo bajara la hojilla de hierro, el vil hombre se acercó demasiado y el hábil Eloy tomó su espada y se la enterró en el pecho, el caos tomó las riendas de la situación y sin más ni menos alguien liberó a Eloy que confundiéndose entre la gente aglomerada en la plaza caminó hasta encontrar el hueco por donde había salido.
Acostado en la cómoda cama de su celda en La Planta el pobre Eloy no podía creer lo que pasaba, ahora con un hueco más en su brazo cayó exhausto en los brazos de Morfeo. La noche siguiente Eloycito sin nada que perder se volvió a arrastrar por el túnel, al salir pensó que finalmente La Planta sería solo un mal recuerdo cuando escuchó unos tiros y sintió como lo enlazaban cual novillo, un par de vaqueros con cara de malos lo tumbaron al piso y después de meterle un cachazo en la cabeza lo llevaron a la plaza del pueblo en donde una horca esperaba por Eloy, amarrado con sus manos en la espalda le pusieron la soga al cuello y abrieron la compuerta que acabó con la existencia de Eloy. Su cuerpo fue enterrado en el hueco por donde había salido.
Eloy despertó en un lugar muy brillante, pulcro, rodeado de una mezcla de colores que nunca antes había visto, pudo comprobar que las heridas de su pierna y brazo habían desaparecido, se levantó y trató de caminar chocando contra una pared que no podía ver, caminó en sentido contrario y volvió a chocar contra otra pared invisible, desesperado comenzó a golpear aquello que no podía ver, de pronto una voz dijo "bienvenido Eloy Rodrigo, cálmate, no creas que porque estás muerto vas a poder venir a joder la paz y tranquilidad en el Paraíso."……
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