Todos los noticieros del planeta lanzaban alertas a las comunidades alrededor del mundo, un astrónomo integrante del cuerpo de científicos del Observatorio de la Universidad de Texas había descubierto un asteroide de grandes proporciones que se acercaba a toda velocidad a la Tierra. Según sus predicciones el mismo chocaría en un tiempo estimado de 12 horas contra la superficie terrestre, el problema radicaba en que el asteroide no mantenía un curso fijo, simplemente se movía errante por el espacio sideral a toda velocidad y sin intenciones de desintegrarse o cambiar su curso alocado. El astrónomo que lo descubrió lo bautizó J160274.
En Venezuela los noticieros emitían boletines llenos de terror, "inmenso asteroide se acerca a la Tierra sin destino conocido", "despídanse de sus seres queridos esta puede ser la última vez que los vean". En Estados Unidos los comentarios variaban "huge asteroid will strike the Earth in about 12 hours", "the US Army already making plans to prevent a catastrophe". Entre tanto en Francia se escuchaban cosas como " asteroïde plus grand que la Tour Eiffel peut détruire nous", en Italia gritaban deseperados "l'asteroide grande distruggerà tutti gli stadi di calcio", en Rusia informaban "огромный астероид созданный американцами угрожает международныйа мир", en China "巨大的小行星由美國人創造威脅世界和平" mientras los alemanes proferían alaridos "sehr großer Planetoid bedroht das Arische Rennen."
Las horas pasaban a toda prisa, el planeta se encontraba en vilo a causa de la amenaza latente que desafiaba con acabar con la raza humana o al menos gran parte de ella, según Mark P. Walden, el astrónomo que lo había descubierto el asteroide era aproximadamente del tamaño de las ¼ partes de la Tierra y de chocar contra ella los resultados serían catastróficos. Walden y otros astrónomos a lo largo del planeta continuaban perplejos ante los movimientos errantes de aquel monstruoso pedazo de roca y metal que se acercaba a toda velocidad. Los asteroides usualmente por su superficie rocosa no reflejan la luz pero este gigante sin destino conocido se podía ver desde cualquier lugar del planeta con un simple telescopio para niños.
Los humanos como siempre salieron disparados a despedirse de familiares, amigos, enemigos, pedían disculpas, algunos lloraban, otros declaraban amores, otros reían, la gente simplemente ante la duda de si en unas horas serían polvo y cenizas se lanzaban a las calles en un frenesí desaforado. Finalmente se dio la alarma mundial que el J160274 chocaría en menos de 20 minutos. En cuestión de segundos y para el asombro de todos los astrónomos y científicos que seguían la trayectoria del cuerpo de roca y metal con la esperanza que no chocara cerca de sus países el J160274 se desvío bruscamente saliendo de la órbita terrestre. El planeta se había salvado y la algarabía se sentía a lo largo de toda la extensión terrestre.
La alegría duro poco, a los 15 minutos el J160274 volvió a enfilar contra la Tierra nuevamente con sus movimientos errantes, la tensión creció de inmediato pero una vez más el gigante de roca se desvío en el último momento. Los astrónomos y científicos no entendían el comportamiento alocado del J160274 y simplemente ya no sabían que esperar de este fenómeno nunca antes visto ni registrado en ningún libro de la bibliografía cósmica. Por tercera vez el J160274 giró hacia la Tierra esta vez con más velocidad y prendido en fuego para simplemente desviarse otra vez al encontrarse a pocos minutos de la Tierra.
La confusión y el caos reinaban en el globo terráqueo, de pronto llegó un correo electrónico a la cuenta del astrónomo Walden, un muchachito en Nueva Guínea había logrado fotografiar al J160274 con un telescopio casero, Walden pensó que se trataba de una broma pesada pero al hacer las revisiones necesarias no le quedó más remedio que aceptar que efectivamente era una foto real del asteroide.
La foto nítida y clara mostraba al asteroide llorando y con un letrerito que decía "Asteroide despechado busca océano para morir". Walden de inmediato lanzó un correo electrónico a todos los astrónomos del planeta para que no usaran sus telescopios por 10 minutos. Finalmente el J160274 se estrelló en un lugar solitario del océano pacífico sin causar ningún daño más allá que unos peces asustados...
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