Wednesday, October 26, 2005

Vamos a organizarnos

En un pequeño pueblo del interior del país, con la ayuda de una partera en una mañana húmeda y con el vuelo de unas garzas de fondo nacía Lucio Aro Rodríguez, hijo de su padre, peón de hacienda, y su madre, cocinera per se, y hermanito de 9 carajitos más, el pequeño Lucio mostró sus habilidades desde el vamos, a los 4 meses hablaba perfecto y con palabras desconocidas para los habitantes del pueblo, a los 8 meses contaba hasta cinco mil de atrás hacia delante y al año había resuelto todos los problemas de matemáticas de sus hermanitos mayores, sus padres no sabían que hacer con el muchachito pues simplemente escapaba de su realidad, nunca antes habían visto algo así y a decir verdad les causaba un terror inmenso las facultades del infante.

El primer intento de ver que pasaba con el niño los llevó a un curandero-brujo-santero que trató de echarle unos ramazos y lanzarse unos caracoles, Lucio al ver aquel espectáculo y con apenas dos años de edad le informó con toda calma y con voz de niño al curandero "mire señor curandero, hágame el favor de no tocarme con esas ramitas de bergantina que me van a causar una reacción alérgica sub-cutánea la cual tomará mucho esfuerzo y anti-bióticos que no existen en el pueblo para curar, igualmente vamos a estar claros usted y yo, que es eso de condenar mi futuro al lanzamiento de unas conchas viejas de mar?, además con ese Parkinson que padece usted los caracoles caen regados sin la precisión necesaria, así que por favor le agradezco no me moleste más", el brujo sin haber entendido ni la cuarta parte de lo que Lucio decía comenzó a gritar "está poseído, está poseído, sálvalo San Batracio" mientras se marchaba corriendo despavorido del pequeño rancho.

Al ver aquello los padres de Lucio decidieron llevarlo a la comisaría del pueblo, el Comisario-Jefe Civil-Capataz los recibió con recelo pues ya habían llegado a sus oídos los rumores que el muchachito estaba poseído, los sentó en una silla y les dijo "que puedo hacer por ustedes?, los padres de Lucio contestaron "hay señor, usted es la autoridad civil, usted debe saber mucho, mire que puede hacer pa' que este muchachito se nos cure, es que no lo entendemos cuando habla, lo único que hace leer, estudiar el firmamento y resolver las tareas de sus hermanos". El Comisario con cara de seriedad les contestó "este es un típico caso de endemoniamiento, vamos a llamar al cura pa' que lo salve", el Padre Celestino llegó a la comisaría y procedió a echarle agua bendita y rezar por Lucio, el niñito quien corría para que el agua no lo tocara gritaba "no, no, esa agua es del estanque de la Hacienda La Boyera, tiene bacterias y organismos vivientes peligrosísimos", de esta forma y ante la mirada atónita de todos los presentes el cura recogió sus macundales y se largó dejando a los padres de Lucio con todo el agobio propio del caso en cuestión.

Finalmente llevaron a Lucio al dispensario, la doctora que lo atendió le realizó una serie de pruebas al infante y determinó que el mismo se encontraba en perfectas condiciones de salud y mentales, simplemente en aquel pequeño pueblo había nacido un genio sin más ni menos. Los padres de Lucio dudaron de aquella posibilidad mientras uno le decía al otro "pero como puede ser si nosotros somos más brutos que un buey", la doctora explicó que a pesar que los genes tenían influencia en el grado de inteligencia de los seres humanos siempre existía la posibilidad de toparse con una mente brillante y les recomendó que el por el bien del muchacho lo llevaran a una institución en donde pudiera desarrollar toda su capacidad. Eso implicaba mudarse y por supuesto no estaba en los planes de aquella familia.

Lucio siguió creciendo, los hacendados de la zona le regalaban libros para saciar la sed de aprendizaje que tenía el muchachito, a los 10 años inventó un sistema de riego que suplía de agua a todas las haciendas que se encontraban en un perímetro de 500 km. a la redonda, a los 12 cruzó un buey con un caballo logrando un bicho raro que apodaron "Toca" que araba con la velocidad de caballo y con la fuerza de buey, con 14 años conectó un sistema de telecomunicaciones en todo el pueblo e impartía clases en la escuela incluyendo a la maestra como alumna.

Lucio creció todo buenote, en un ambiente sano, sin vicios, al cumplir 16 años sus padres celebraron una parrilla en el pueblo y anunciaron que gracias a los hacendados del pueblo iban a enviar a Lucio a la universidad en Caracas, el muchacho que no sabía nada de esto con lágrimas en los ojos agradeció el hermoso gesto y prometió graduarse lo antes posible para regresar al pueblo y hacer de las haciendas allí localizadas las mejores del país. Una tarde calurosa Lucio Aro se despidió de sus vacas lecheras, de su caballo "Epicuro" y de toda su abultada familia, montado en aquel autobús Lucio solo podía imaginar y soñar con las maravillas que le esperaban en la ciudad capital. Un mundo de posibilidades y experiencias esperaban por él.

No tardó Lucio en demostrar a sus profesores y compañeros de clase sus habilidades super naturales, elogios, halagos y demás iban y venían, Lucio simplemente se dedicó a estudiar para poder volver a su pueblo lo antes posible. Una noche después de clases todos los alumnos fueron a una pequeña plaza en donde una licorería servía para suministrar bebidas espirituosas a los muchachos, el grupo que incluía a Lucio bailó, bebió y charló por más de tres horas, finalmente alguien gritó "la casa de Martín está sola, rumba en casa de Martín", en cuestión de segundos todos estaban subidos en sus carros y enfilando hacia la prometedora noche.

Adentro de la casa la echadera de broma siguió hasta que alguien gritó a todo gañote "orgíaaaaaaaaaaaaaa", de esta forma se apagaron todas las luces de la casa de un solo golpe y el pobre Lucio más perdido que chivo en canoa pero con un cerebro poderoso procesó "orgía, coño, pero si yo no se, verga, bueno me desvisto y me persigno", 2 minutos después del grito inicial se escuchaban alaridos y gemidos por doquier, de pronto se prendió una luz, allí Lucio parado gritó "coño panas vamos a organizarnos", un zapato voló y se estrelló contra la frente de Lucio, "cállate guevón no jodas", "mama bola cierra ese pico", "infeliz" "coño e' madre disfruta la vaina", Lucio apagó la luz y siguió con el juego.

En cuestión de 2 minutos más otra luz se prendió en otro punto de la casa, la figura de Lucio se hizo notar y volvió a gritar "coño panas vamos a organizarnos", una lluvia de insultos cayó sobre Lucio "bicho e' pueblo apaga esa mierda", "apágala o te corto las chácaras", el pobre muchacho cedió ante la presión. A los 3 minutos una nueva luz se volvió a encender y se escuchó el ya conocido "coño panas vamos a organizarnos", esta vez una botella se estrelló en la humanidad de Lucio mientras se escuchaban los improperios propios del momento, Lucio un poco aturdido apagó la luz de nuevo, no habían pasado 4 minutos cuando Lucio encendió una lámpara y gritó con toda su alma "coño de la puta madre no jodas cuerda de mama guevos vamos a organizarnos por que aunque yo sea campesino y no sepa de estas vainas puedo decir con toda certeza que ya me han cojío tres veces!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

2 comments:

Phases Moon said...

Bueno...pero entonces una de dos, o Lucio no era tan inteligente, o le gustaba mas o menos la vaina.
Me hizo recordar a una amiga que dice "AAYYY SAN BATRACIO; TENGO EL CULO EN EL ESPACIO"....me parece que a Lucio finalmente lo ayudó el curandero cuando invocó al fulano santo.

Ceshire_andromeda said...

Lucio me recordó a Sierva María de: Del amor y Otros demonios. Pero claro, Lucio es muy diferente.
y en lugar de un sacerdote amante tiene una banda de homosexuales tras su virtud. !Que alguien saque al pobre Lucio de ahí vivo! --El que sabe tanto de infecciones--.