Friday, August 11, 2006

Pobre Niña Rica...





Pierina Carolina Piñeiro Gómez nació en los meses centrales del año 1978, así creo recordar, pues cada vez que pienso en esta historia mi infalible memoria parece resquebrajar. Hay quienes mantienen que los seres humanos nacen buenos o malos, otros difieren diciendo que es lo que los rodea lo que les hace ser unas cagadas o unas monjas de la caridad. Yo simplemente pienso que cada quien sabe que es lo que está bien y que es lo que está mal, y si bien es cierto que las circunstancias pueden jugar un papel importante, todos los que aquí habitamos y por mas poca conciencia que tengamos estamos al tanto de si estamos caminando por la senda correcta o por el contrario nos estamos defecando en la madre de los demás.

Pierina, si es que me desvío a veces, la linda muchachita abrió sus ojos a un mundo lleno de injusticias, que ella no había construido, pero del cual ahora formaba parte. A veces hay gente que se dedica a hacer justicia, o lo que ellos piensan es justo. Cuenta la historia que a Pierina sus acaudalados padres le enseñaron lo que era la justicia, y por eso siguiendo al pie de la letra los consejos de tan dotados seres ella hizo justicia. Pierina era hija de un ladrón afamado, no ladrón de carros, ni atracador de viejas, simplemente de esos ladrones que pululan el planeta, uno más de esos. Su madre, una vieja sin destino pero con todo el poder que el dinero podía comprar era un asalto a la razón de cualquier ser pensante, pero a fin de cuentas era su madre.

Creció teniéndolo todo, si es que podemos darle a la definición de tener todo un matiz que implique que no pasaste trabajo de ningún tipo, puesto que siempre nos falta algo, y usualmente la fuerza arrolladora de las posesiones no puede comprar ese pequeño detalle. Esta historia no es divertida, mucho menos entretenida, es solo un reflejo de aquello que fue, de cómo en un dos por tres te cambia el existir, no es mas que darse cuenta que hacen falta muchas cosas para aprender a vivir. Artes distintas se van aprendiendo a lo largo de todos los momentos, algunas duraderas otras perecederas, y otras capaces de mover la tierra entera, si Pierina pudiera volar en el tiempo cambiaría solo una cosa, su existencia digo yo pues la verdad es muy penosa.

Luego de una aventura pasajera en la cual aprendió los placeres de estar libre el poder de su ascendencia le hizo regresar, voluntades encontradas, a la jaula encerrada. Parece mentira, pero aún los más poderosos en este mundo necesitan una llave que les permita abrir el cofre, encontrarla no es tan fácil, es solo que una vez en sus manos, pues se llevan por enfrente a todo, incluyendo al ser humano. Pierina estaba consciente que era un títere de sus padres, pero vendió una promesa a cambio de volar, de irse lejos para nunca regresar. Sus deseos escuchados, pues sin mucho esfuerzo consiguió lo que quería, una visa para un sueño, un pasaje a la hipocresía.

En aquella iglesia y con el Altísimo como testigo, Pierina sellaba su destino, una vida lejos del agobio incesante de unos padres intolerables, un sueño esquivo hecho realidad, conseguir lo que se quiere a toda costa y sin mirar, es que somos lo que somos y no vamos a cambiar. Ya me extrañaba a mi que viniendo de una estirpe de bandidos Pierina no hubiera tenido una agenda oculta para avivarle los sentidos, una vez obtenido el trofeo lo que venía era una cortina de humo, un vaivén en alta mar, ver los días pasar hasta que llegara el momento de alzar las velas y nunca más mirar atrás.

Como todo en este planeta, siempre hay una caída, esa piedra en el zapato que nos fastidia el existir. Engañando como le habían enseñado ya tenía su preciado, pero es que el poder no ha entendido que su fuerza arrolladora puede con todo lo que está a su paso pero no con la voluntad del ser humano. A Pierina poco a poco le fueron haciendo ver que en la vida la materia viene y va pero hay cosas por encima, son sublimes, intocables, y por ende entrañables. La lucha interna no se hizo esperar, es que a donde pertenezco le escuchaba preguntar, es acaso que el vacío es bandera de mi seguir o por el contrario aquello que no puedo ver pero que siento en mi andar es el ancla de mi vida es el todo es estar.

Hago un alto en la historia y me pregunto que sentirá Pierina, humanamente no lo puedo saber pues no he estado allí, que será de aquellos sueños y de su venganza al caminar. Su transporte nuevo llenará sus horas ciertas o por el contrario agobiará su recordar. Sus mentiras a su lado o quizás en el pasado, de que ha servido destruir si al final te han dejado ir. Lo que tienes no es tuyo, de eso puedes estar seguro, agárralo con fuerza pues el viento soplará y sin darte cuenta el futuro que planeaste desaparecerá. Yo no se si allá piensan o recuerdan es solo que hay momentos en que quisiera saber si el odio que llevabas se ha ido al trascender.

Sin ninguna explicación y con visa en la mano Pierina decidió ponerle fin al legado, hizo gracia y morisqueta le salió, puedes tener todo el poder pero aquí hay quienes no se dejan joder. Contenta y feliz por haber diseñado un plan para aplacar lo indomitable regresó por el camino que le había enseñado su madre. De haber sabido Pierina que hay almas incomprables sin lugar a dudas que caso omiso hubiera hecho a las ordenanzas de sus padres, pero así es este planeta no sabemos ni siquiera cuando tendremos que dejarle, mucho menos si estamos o somos algo imaginable.

Un tiempo transcurrido y segura de haber logrado su trazado Pierina se regocijaba de haber amedrentado al ser de su lado, con poder todo se logra pensaba para ella, equivocada estaría pues la mente vuela alto, mas allá de las fronteras, de las trampas de sus padres, es que Pierina no sabía que la libertad no es domable. Esbozando un segundo plan para salirle al paso a la asonada del culpable, inquirieron a la justicia para borrar lo desagradable, lo correcto es una cosa lo sinverguenza es ya otra, el robar está penado no aquí abajo como creen, despojar sin compasión no es amigo del perdón.

Lograr lo que había siempre anhelado le costó solo unos años de desagrado, la permanencia es efímera la maldad es constante, para Pierina vengarse era sumamente importante. Despojando poco a poco de todas sus posesiones Pierina reía al compás de los bemoles, es muy fácil hacer justicia cuando se miente al contrincante. Después de haber obtenido su visa del futuro el desecho estaba listo a la orden y no es todo, pues no es solo un bocado de la torta que se quiere, es llevarse cantidad sin pensar en si se hiere, destruir, romper también, la decencia se desvanece en segundos si te escudas en otros para complacer tus malas obras.

Pierina hizo lo que tenía que hacer, no se le podía pedir otra cosa, complació a sus padres y a ella misma. Robar, es un término suave, para lo que realmente hizo Pierina, pero así me han contado la historia, robar al prójimo, aún a sabiendas que no está bien. La conciencia pesa, y sobretodo en las noches, cuando la cabeza encuentra la almohada, cuando el silencio se acostumbra a acompañarte. Caminando sigilosamente hacia el baño y siguiendo las instrucciones de un prestidigitador del futuro se encaminó a la bañera llena de agua de rosas, con pétalos que adornaban el ambiente, lentamente entró a la misma para seguir con su vida. A veces olvidamos lo que somos en el fondo, puede ser que lo ocultemos, o que simplemente lo camuflamos, pero quien a hierro mata a hierro muere, así el jabón hizo que Pierina volara para caer en aquella cama de rosas, en donde su sangre se confundió con los pétalos para volverse uno, para hacer justicia…